La pintora Helene Schjerfbeck fue una representante del naturalismo finlandés. Retrató a mujeres y niños y realizaba sus motivos en colores delicados, con un manejo de la línea sombrío y afiligranado. También plasmó su propio rostro en el papel en innumerables ocasiones: sus autorretratos se consideran incomparables en la pintura del siglo XX. Las obras de Schjerfbeck transmiten una profunda melancolía. Impresos en madera o PVC despliegan un efecto especialmente armonioso.